Situada en la pintoresca plaza dedicada a Giordano Bruno, en Corso Cavour, la Basílica de San Domenico fue construida en los primeros años del trescientos por proyecto de Giovanni Pisano, según lo estableció el Vasari. Originalmente, el edificio era una gran iglesia gótica, caracterizada por diez pilares octogonales, imponentes arcos octogonales y grandes ventanas. El ábside se encuentra iluminado por una enorme ventana con cristales decorados. En la Basílica de San Domenico, se conservan importantes obras de arte, entre las cuales: el monumento fúnebre del Papa Benedetto XI; el Altar del Rosario, obra de Agostino di Duccio y otros. En dos de los claustros del convento se establecen los Archivos del Estado y el Museo Arqueológico Nacional. Este último goza de una excelente colección de hallazgos prehistóricos etruscos y romanos que provienen del territorio de Perugia y de toda la región de Umbría.
El campanario de la basílica domina el paisaje y fue edificado entre el 1464 y el 1500 por Fasperino di Antonio. Antigüamente, poseía una altura de 126 metros, pero en el 1546 se aumentó la altura a 100 metros, para mayor estabilidad. ¡Muy pintoresca!